Los pistachos sin sal, una alimento saciador y lleno de propiedades.
Los pistachos gozan de gran popularidad en todo el mundo. Son ricos en fibra, contienen grandes cantidades de potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro y vitaminas A, B1, B2 y B6. Los ácidos grasos insaturados ayudan a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Además, se dice que el pistacho tiene la propiedad de reducir las hormonas productoras de hambre. Así, el consumo de pistachos puede frenar el apetito y favorecer una dieta.
Un poquito de historia sobre los pistachos.
Originalmente, el pistacho crecía en las estepas y en las laderas de las montañas de Asia Central y Occidental. Se conoce desde hace más de 10.000 años.
Desde el Medio Oriente, los pistachos se extendieron rápidamente al Mediterráneo y en poco tiempo se convirtieron en un manjar popular. Según la leyenda, la reina de Saba prohibió a la gente común comer pistachos, ya que esto estaba reservado exclusivamente para la corte real. Se dice que Nabucodonosor, rey de Babilonia, fue un gran amante de las semillas dulces y cultivó numerosos pistachos en su jardín. El emperador Vitelio también conocía las ventajas del pistacho y lo trajo a Roma. Allí se utilizó, entre otras cosas, como tinte, contra las dolencias dentales y contra la esclerosis hepática.
¿y la mejor parte?
Los pistachos se pueden utilizar para cocinar, como snack o simplemente para hornear. Ya sean pasteles, galletas o un pan abundante, hay variedad de recetas que se pueden realizar. El pistacho también es conocido por su papel en postres o en helados.
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